Delicias cotidianas de la vida durante época de finales:
- Quemada a tal punto que he sacado una fuente del horno sin nada que medie entre ella y mi mano. O sea, literalmente quemada.
- Tan quemada que intenté ponerme un tampón, y ante una inesperada resistencia, noté que ya tenía uno puesto. Bueno, uno y medio.
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