miércoles, 28 de julio de 2010

It´s been a hard days night!



Primero: felicidad extrema de esa que no te deja dormir. Logré, a partir de una medida un tanto stalker pero no de un grado preocupante, hablar a solas (va... rodeada de extraños en la comodidad de un bondi) con el amor de mi vida, también conocido como el ya mencionado profesor. 45 minutos que me dejaron con sonrisa de tonta y un insomnio que no sé cómo sacudirme de encima en este instante. Oh catártico blog, venga a nosotros tu reino y apacigua nuestra excitación, amén. 

Segundo, lo primero: caigo a Puan y hay amenaza de bomba. Como hace un cuatrimestre atrás, me cruzo al despechado ahora-sé-que-no-tan-amigo mío y acompañamientos copados, el día en que me voy a anotar para el segundo cuatrimestre. La diferencia es clara. Antes, me había invitado él. Hoy, después del Yoko Ono incident, fue mera coincidencia el cruce espacio-temporal. Podría haber ido de 10 a 18 hs entre el lunes y el viernes, pero no. Contingencia puta. Café en bar, hacer tiempo para que el paupérrimo "escuadrón de explosivos" compuesto por dos desganados agentes recorra toda la facu y declare la obvia falsedad de la alarma. Lástima. Gente linda, pero siento el frío que emana de él y me incomoda, me quiero ir. Finalmente abren. Me encuentro con el chico-que-me-regaló-un-despertador. Busco mi parcial y hablo con mi amado profesor, rápido, incómoda, va a tomar examen y el aula está llena de alumnos por rendir y profesores por tomar. Pero me alcanza para alegrarme el día. Me encuentro con mi mejor amigo, que está hablando con la minita que una vez odié. Contingencia puta. Con mi ex, F., eran "muy amigos". Tanto, que habían intercambiado fluídos una semana antes de que empezásemos a salir y que sus llamados eran constantes. Me perturbaba, en su momento, es cierto. Sin embargo, después, las pocas veces que la ví, me pareció una genia. Hoy hablamos como si fuéramos viejas amigas. Me cuenta que cree vivir muy cerca de mi casa: intercambiamos coordenadas y me entero que vive a media cuadra. Nos dimos números de teléfono y un abrazo y quedamos en vernos. Funny how life goes.

Tercero, lo segundo. Ella se va, me quedo con mi amigo sentada en la entrada del patio. Veo entrar a F., mi ex, a la facultad. Contingencia puta. Está con ella, se encontraron en la puerta. Sin embargo, suben. Se va a anotar. Más tarde, salen. No saludan. Mi amigo es también uno de sus mejores amigos. Perra. No le habrá dicho. 

Cuarto, idem. Me bajo del bondi feliz. No camino, floto. Llego al andén y la veo de nuevo. Contingencia puta. Dos años sin verla. Vive a una cuadra de mi casa. Y hoy, me la encuentro dos veces. Charlamos. Mi felicidad se transmite y no recuerdo de qué hablamos pero reímos mucho. Ya en el tren me comenta que vió a F., que le dijo que estábamos pero que él no quiso saludarme "porque estás enojada con él". Forro. Tanta paciencia y dolor la última vez que lo vi, dos horas de conversación amena y fluida en la que reservó para el final, como cada vez que le volví a dirigir la palabra, esas noticias que me partieron el alma.

Quinto, lo tercero o "lo patético y/o el rapto de pasión". Veo a mi amado profesor salir de la facultad. Sé que a veces toma el mismo bondi que yo. "Perdón S., me tengo que ir. Acabo de verlo y tengo que correr a ver si viajamos juntos y se da cuenta de que soy el amor de su vida". S. ríe, pero cuando me ve pararme apurada, nota que va en serio. Salimos los dos rápidamente. F., mi ex, vuelve a entrar. Solo. Lo saludo rápido y, sin ningún tapujo le digo "perdoná, pero tengo que ir a perseguir a alguien". Salgo casi corriendo y S. me grita, me reprocha que ni lo saludé. Corro. Corro disimulando que corro, intercalando algunos pasos claramente propios de esa acción, con otros más disfrazados. Lo veo ir delante mio, media cuadra adelante. Me pregunto a mí misma qué mierda estoy haciendo. Estoy loca. Pero él llega a la parada y ya es tarde para flaquear. Me doy vergüenza. Lo ví hace dos horas, él se quedó tomando finales, es muy obvia la intencionalidad, va a pensar que estoy más loca de lo que estoy, que lo esperé y lo perseguí. Llego a la parada. Hago que meto o saco cosas de la cartera. Se da vuelta y me mira, se ríe un poco, levanta las cejas. Me siento muy en evidencia. Me dice hola. Mira hacia adelante medio indeciso. Mi balbuceo de ahogada surge, nunca sabré bien cómo, y dice " hoy rindió un amigo (chico-que-me-regaló-un-despertador) ¿cómo le fue?" Pote de Jack! Inicié la conversación. Después va fluyendo, se extiende, se prolonga por todo el camino, casi una hora de esas emocionantes que hacen saltar el tiempo, te dibujan sonrisas de naba y ojos buchones que delatan que no estás escuchando al interlocutor porque tu conciencia no puede sino dedicarse, el resto del día, de la noche, de las 2:35 am, a pensar en él.   


Este post lo escribí rodeada del silencio propio de entre las 2 y las 2:30 de la madrugada.

martes, 27 de julio de 2010

Me gusta cuando callo porque estoy como offline

Más allá de cierto comentario, a mi entender desacertado, que cuantificaba mi pensamiento (no sé, tampoco, cómo éste puede medirse), sí entiendo que el bienestar me resulta mucho más difícil de transmitir (espero que sólo por escrito) que estados opuestos, de angustia e inquietud.

Cierta calma me invade hoy, me acompaña últimamente. También estoy menos culpógena, me entiendo y perdono más, pero no caigo (creo) en la autoindulgencia. Perder mi laburo, aunque no tenía ningún tipo de valor profesional para mí, estar por recibirme, y cumplir 25 años, me llevaron a cierta crisis no diría existencial, pero sí vivencial. Hoy me encuentro haciéndome planteos que antes aplazaba, que cuando crecí un poco eran opacados por el agotamiento y las crisis de pareja y de papá-bipolar, y que ahora priorizo porque tengo tiempo pero porque también porque tengo ganas de pensar en mí y no quiero que la inercia -aquel apodo que adopté este año por un chiste tonto y un malentendido- rija mi vida. Y es que cada día creo más en la suerte y el azar, pero también en que hay que hacer todo lo posible por aumentar sus probabilidades. Miti y miti. Depende. Pero prefiero quedarme tranquila y saber que hice todo lo que pude para que las cosas que ansío se me den. El resto... que será, será...

¿Vés? Un post calmo y más dull que mi sopa. 



lunes, 26 de julio de 2010

26

Algún día tendré que contar de la maldición del día 26. Técnicamente no es una maldición. Surgió, en realidad, en enero, a partir de una serie de eventos azarosos que pusieron en abismo al mismo azar. Entonces, el 26 parecía estar asociado a la suerte. Pero para mí tiene el magnetismo de algo misterioso y, por lo tanto, no importa si buena o mala suerte, siempre algo extraño trae consigo. Durante todo este año se presentó, en mí, en forma de un peculiar y agudo malestar, de cuya causa caigo en la cuenta recién al finalizar el día, como hoy, como recién, cuando al mirar el celular sin motivo alguno y casualmente a la medianoche en punto, veo cambiar el día en la pantalla principal y entiendo, ahora sí, por qué hoy la pasé tan como el orto. 

domingo, 25 de julio de 2010

...y el mundo es más frío desde entonces...

ni todos los twitters del mundo podrían igualar la cantidad de auto puteadas bien merecidas que atravesaron mi cabeza en un micro segundo, ese instante clave que es el momento de la decepción: y no, como me hubiese imaginado hace unos días, por ser una chica sin códigos. no. tal como jamás hubiese previsto, fue por depositar algún tipo de fe en un erratico proyecto de hombre y en cierta profusión inesperada, antes, de señales de interés romántico y/o vivencial. quizás soy muy fácil de desilusionar, no sé. pero mi teoría para mes amies últimamente es whatever works, obvio, porque Woody Allen es la Biblia, pero también que las cosas nunca son tan complicadas y que si dos (o tres, o cuatro, o cinco, etc.) sujetos/as quieren estar juntos (ni digo comprometidos, ni "novios", ni tampoco "ser compañeros" como mi amado J. afirmaba de su ex, me suena demasiado peronista), digo estar juntos como en vivir juntos a la Barthes, como en ser felices no matter what label - en fin, eso- sea cual fuere el pacto convivencial establecido, sea cual fuere el ritmo y las frecuencias de la relación, si se quiere (en el doble sentido del término) se puede. ni vuelta que darle. y me alegré de no haber tirado todo resquemor por la borda y seguir teniendo mis recelos sin atenuación porque así no valdría la pena.

y encima me resfrié y no tengo ganas de googlear masters ni prolongaciones de mi academic life para dentro de unos meses y sólo querría editar videos, esa nueva adicción, pero, tristemente, me quedé sin la cámara y sin material. y, también, sin comida: la paja de vivir con la enana de mierda, como hace una semana decretaron los desquiciados que dicen manejar esta familia, es que se come toda la comida para después digerir un cuarto, at best.

jueves, 22 de julio de 2010

algo así como un sosegado dolor

respiro despacio. apenas. cada átomo de mi cuerpo señala su existencia.

no sé decir que no. o me divierte decir que sí. un amigo me invita a acompañarlo a kung fu, una clase de prueba. contra todo pronóstico, me divertí. me enamoré, también. y me rompí las manos.

hay algo en el cansancio físico que lo hace un camino seguro al bienestar, momentos de mini felicidad gracias al agotamiento que me deja en paz con el universo.

amor prohibido: ponele que lo venía negando hace meses, que mi sonrisa me delataba, pero que es el ex de la mejor amiga de mi hermana y no da. sin embargo, sin embargo, sin embargo. no puedo, no debo, no debería. sin embargo. no te dejés arrastrar. sin embargo, me gusta más allá de mi control y sonrío por las cosas más estúpidas. lo único que sí puedo controlar es verlo o dejar de verlo. sin embargo...

sábado, 17 de julio de 2010

es que tengo frío al mediodiía

abrazos cósmicos del universo, as in: J. persiguiéndome para vernos, acceder y que me diga cosas lindas como "es que con vos no se puede competir, de vos hay que diferenciarse... todo lo que haces, lo elevás, ¿entendés?, subís los estándares... veíamos buffy la cazavampiros pero vos le encontrabas una teoría, veías cosas que nadie más ve"  

el retorno de la enana de mierda: ir a buscarla a la salida de su laburo con incertidumbre, y verla más madura que yo, llevando, dirigiendo la situación. Me encantaría protegerla pero ella nos da mil vueltas a todos. Si bien menciona la angustia del encierro, y anécdotas de las que se ríe como el nene que creía ser un punto, el obsesivo compulsivo que no podía tocar paredes ni el piso, su actitud no deja traslucir ninguna perturbación.

frío de ese que no deja pensar. mejor.


jueves, 15 de julio de 2010

Girl interrupted III

Bocina. Mater y Pater vuelven de la primera reunión en la clínica. Tocan bocina, como cuando eramos una familia, como cuando era una nena. Me emociono, también, como cuando era chica, y me asomo a la ventana, con la ilusión inesperada de que ella también esté en el auto, que esté de vuelta. Pero no. 

La información es casi nula. Lo habitual son 15 días. Ella se aburre. La gente de su edad está más perturbada, y ella se aburre. Pater me pregunta qué le gusta leer, yo, su hermana mayor y fetichista de los libros como buena próxima licenciada en letras, solía cederle los libros que ella devoraba o olvidaba por ahí, pero que, sea como fuere, inevitablemente terminaban desordenados en cualquier lugar. Enana de mierrrrrrrrrda. Pero se los seguía prestando, porque ella es mi enana de mierda.

Pater me dijo que le separara libros para llevarle. Repasé mi biblioteca 5 veces perpleja. Todo me parece inapropiado. Mi gusto (y el canon) es hiperdepresivo: toda novela termina con una conclusión amarga, un suicidio, o un regusto a derrota. ¡El quijote!, pienso. Ideal, divertido, largo... pero, al fin y al cabo se trata de la locura. Hemingway... no, se suicidó, y sus cuentos de guerra dan ganas de hacerlo también.  Cuaderno del acostado menos. Borges la aburre, de Copi, Puig y Aira ya se leyó todo lo que tengo. Austen, Bronte y Shakespeare lo tengo en inglés, que no lee fluidamente. Post estructuralismo francés anulado. Poesía no lee. Arlt: Los siete locos, mismo problema que el Quijote. Igual con Las islas y Bajo el volcán y el diario de Virgina Woolf. Saer le parece muy denso, Kafka anuladísimo, como Onetti y Sartre. También quedan excluidos títulos como Matadero cinco, Elogio de la locura, y El misántropo

Idea: Ranqueles de Mansilla. Ok, es trágico el exterminio de la población indígena, pero no al punto de deprimirla porque no trata del infierno que acaece en la interioridad (y exterioridad) de una conciencia. Espero. Quizás Proust pueda gustarle. Creo que una vez intenté obligarla, pero es un gusto adquirido, y creo que con la cantidad de tiempo disponible que tendrá, sería el momento ideal. Pero Proust tiene algo del orden de la acedia. Mejor no.

Me siento un poco la Inquisición.

Listo: Persuasion de Jane Austen, Una excursión a los indios Ranqueles de Mansilla y Odisea de Homero.

miércoles, 14 de julio de 2010

Girl interrupted II

Cuando mi familia tiene una de estas crisis de locura y pánico en zona norte, suelo desaparecer. Cuando estoy bien no lo entiendo, pero ahora quizás sea un buen momento para escribirlo y, en días, semanas, o meses, cuándo sea que vuelva a sentirme no-perturbada, podré leerlo e intentar comprenderlo.

Pasa que el infierno se lleva, ineludiblemente, por dentro. Y que uno está a 5 cm del piso y le pasan cosas como olvidarse de mirar a ambos lados antes de cruzar la calle y hasta no tener voluntad ni para bañarse. Entonces es cuando la necesidad imperiosa de reach out and touch faith se hace presente. Y necesito hablar con alguien de lo que sucede, y que me entienda o, al menos, me de un abrazo y me diga, me mienta, me asegure que todo va a estar bien. O, en todo caso, que se quede callado, pero sin poner cara de lástima. Sucede que esto es muy difícil de hacer. Lo sé por experiencia.

Sin embargo, si soy indulgente con mis tendencias al ostracismo, la depresión es un horizonte cada vez más cercano, y trillado, y aburrido ya. Pero obligarme a salir me plantea el dilema de tener que fingir: el infierno se lleva adentro, ineludiblemente, y la intolerancia para con los dramas de sitcoms es casi nula, y la capacidad para reirse casi no se vislumbra, y la necesidad de contar lo que me pasa es muy grande. Usar esa máscara de no pasa nada o un genérico "lo de siempre, quilombos familiares" dista de ser una descripción definida.

A pesar de toda esta load of shit, creo que la estoy llevando bastante bien. Que mantuve la compostura, que no me dejé arrastrar por el drama, que terminé el parcial igual y me estoy dedicando a resolver esa to do list gigante. Trato de no pensar demasiado en cómo estará ella, porque no sirve demasiado para nada más que la preocupación y la self y ajena pitty. Trato de no pensar demasiado en el futuro, en cómo le va a afectar una internación a los 18 años, en el odio que debe cargar consigo, en los límites de la ayuda del prójimo (es decir, la mía), en las posibilidades de que sea como papá, bipolar, en el miedo de que esto termine mal, muy mal.

Para combatir la acedia: me llené la semana de encuentros con amigos, planes hiperproductivos tales como limpiar el dpto. donde acaeció el "ataque de nervios" de la enana de mierda, organizar por orden alfabético mi biblioteca, ir 2 veces por semana (esta semana) a ver a mi psico-loca, renovar mi registro, y leer mucho.


Girl interrupted

...


volver a la escena del crimen. barrer los vidrios. limpiar la sangre de la pared.

...




impasible





...

la procesión va por dentro...

...o por fuera, muy por afuera, en acting outs compulsivos, del estilo:

"ya sé, voy a ordenar mi biblioteca... por orden alfabético"

y me encontré en medio de un círculo de libros

noté que me faltan libros con autores cuyos apellidos empiecen con "i", "u", "x", "y"

me sobran los que empiezan con "a", "b", "c", "l", "p" y "s"

268 libros aprox.

martes, 13 de julio de 2010

lunes, 12 de julio de 2010

The space between

Tres son las cuadras de distancia entre el estar bien y el estar... perturbada. Las mismas tres que hoy caminé de más yendo a trabajar, que me pasé del colegio sin darme cuenta hasta 300 metros más tarde.

Hora y media calculale de viaje en bondi de acá, de casa, hasta donde está mi hermana menor, la enana de mierda, como la bauticé cuando apenas tenía tres años. ¿Qué estará pensando? ¿haciendo? ¿sintiendo?

No... estoy bien. Te juro. Y sin embargo algo así como, no sé, mucho desamparo.

Y salir de casa para entregar el parcial y cuadra y media después dudar: ¿me puse un tampón?

- Miss, estás cansada ¿no?
- Un poco...

Y la impotencia de no poder hablar de esto con nadie. De estar, como debe sentirse la enana, atrapada, atrapada por esta familia tan podrida, que descompone todo lo que toca.

Se me metió algo en el ojo nomás...

domingo, 11 de julio de 2010

Compare and contrast

La muerte es un eterno parcial, que no te deja dormir por días, durante el cual tu hermana menor tiene una "crisis nerviosa" por la que resulta internada en un insert eufemismo (institución psíquiátrica, manicomio, spa, etc.), mientras una incipiente tendinitis y un violento dolor de ovarios te atacan. Y vos, impasible, seguís escribiendo. 
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"Cuando Kafka le da a entender a un amigo que él escribe porque, de otra manera, se volvería loco, sabe que escribir ya es una locura, su locura, una especie de vigilia fuera de conciencia, insomnio. Locura contra locura (...) Habla de ello con espanto pero también con un sentimiento de gloria, pues la gloria es el desastre."

Maurice Blanchot. La escritura del desastre.

sábado, 10 de julio de 2010

Buenos Aires, 10 de julio de 2010.

Querido Manuel:

                         Quizás el dejar todo para último momento no sea un suicidio académico ni mera estulticia. No. Creo que no quería releerte porque analizarte "críticamente" es matarte un poquito. Como que esa sensación que tuve al descubrirte y tener que leer tu obra toda toda de corrido no cabe en una monografía. Y llegó, hoy, recién, el momento de la resignación. Hay que afrontarlo. No puedo dejar para más tarde la relectura instrumentalizadora; y temo, querido, sentirme sucia después.
 
                       De chica, no sé, tendría dieciséis, me ponía mi mejor remerita para recibir al profesor de guitarra en casa. Cómo me gustaba. Y fue tan feo como terminó. Yo tan ilusionada cada semana... y él, él un día dejó de venir. Ni me avisó. Así, sin más, desapareció. Y yo, tímida, como siempre, ni lo llamé. Nunca. Pero me hace acordar todo esto porque recuerdo cómo, cuando me enseñó la única canción que todavía puedo tocar de memoria (pero todavía igual de mal, y... ¿qué querés? Si no tuve más clases después...), decía que cuando finalmente la pude tocar, todo el placer de escucharla se perdió para siempre. Podía entenderla, sí, pero sólo podía hacer eso: únicamente escuchaba cómo se tocaba, distinguía claramente las dos guitarras, y me imaginaba cómo se movía la mano del guitarrista que tocaba lo que yo también debía tocar. Y la dejé de escuchar. Y era mi favorita. Pero se había arruinado. Bueno, y así. No quiero leerte y arruinarte.

                      Bueno Manuel, te dejo porque se me enfrió el té por segunda vez y, como sabrás, papá no quiere comprar un microondas y yo, con el sueldito de maestra no hago más que pagar deudas, así que me la paso calentando agua para rellenar la taza, me la paso tomando tés cada vez más aguados. Espero que estés bien, no haberte aburrido, y escribime alguna vez.

Un cariño fuerte fuerte,
C. 

viernes, 9 de julio de 2010

Eramos tan neuróticos...

Cogía con Fogwill. Yo, arriba. Estaba bueno, pero él no se quería sacar la remera. Yo le insistía, dale Fogwill. Él, reticente, finalmente accedía. Yo notaba que le daba vergüenza su pecho: estaba arrugado, evidenciaba su vejez.
No me llevó demasiado análisis notar el oxímoron estructurante del sueño: una actitud típicamente adolescente femenina, ese pudor propio de la iniciación sexual, ese no-querer-mostrar su cuerpo, con una causa antitética: la vejez. ¿Qué carajo hago soñando que me bajo a Fogwill? ¿Con qué mierda puedo asociarlo? Ni idea.
Dolor de ovarios. Dolor de ovarios. Dolor de ovarios. Y esa negación inicial que a veces me da por rehusarme a tomar algo que lo calme. Como que a veces al principio está bien recordar esto, la molestia de ser mujer estos días. No sé, masoquismo I guess.

¿Qué carajo hago soñando que me bajo a Fogwill?

Novedades del tipo: desarrollé un tic nervioso, me titila un ojo y lo guiño para que pare. OK. quizás si esté mal. (cfr. ¿Qué carajo hago soñando que me cojo a Fogwill?)

miércoles, 7 de julio de 2010

Pallaksch Pallaksch

Pasmada ante el espectáculo de mi incertidumbre. ¿Cómo puede alguien saber tan poco de sí misma? Recientemente, cosas tales como qué quiero hacer, de qué quiero laburar, el pibe divino sentado frente a mí en este convencional ritual de apareamiento me gusta o no, me dejan pasmada ante la estupidez de mi persona y/o lo intrincado del ser.

Ayer creo que tuve un mini panic attack: caminando por la vereda, meditando acerca de los próximos pasos a seguir en mi vida en general (porque algo tengo que hacer, porque estoy haciendo nada, de esa nada angustiante) enfoqué la vista en el camino y meditando sobre cómo debía dejar de ser la pasajera de mi vida para pasar un rato al volante, creo que fue la analogía que me figuré en ese instante entre mi vida y una película en la que yo soy la protagonista y mira ese zócalo, y ese, y ese, y ese y eso es lo que ve la audiencia, y ese, y ese, y esa lentitud insoportable y el malestar que esa inmovilidad me generó o el saber que esa es una película demasiado larga, demasiado densa, demasiado aburrida, y de repente se entrecortó la respiración y rápido pensá en otra cosa que por suerte no estás en el cine viendo un bodrio pretencioso, aunque esté condenada a ver esos zócalos, verlos uno por uno, imposible adelantar, hay que ver ese camino, y verlo todo, por lo menos no te acompaña un público que ostenta risas anacrónicas.

Darte cuenta que sos un personaje que no te caería bien.

Y toda esta cultura para qué. Para metertela en el orto. Para hablar de la imposibilidad de escribir poemas, para verte dentro de un indefinible y deleznable post-fill in the blanks, para condenar al iluminismo y al capitalismo y para darte cuenta de que según los mismos principios que tanto te han sido taladrados (cfr. Benjamin, Experiencia y pobreza), mejor sería no estudiar, no haber estudiado nunca.

domingo, 4 de julio de 2010

Do you know what I mean?

Cual Jem, saturday night live, starring: mi otra personalidad. Digo, no soy una descerebrada que nunca se cruzó con un espejo. No señor. Mis usuales O.D. pueden tener causas y consecuencias de las que no soy tan ajena.
Duda existencial para el PRO: o.k., we no longer drink and drive. Nos tomamos taxis para evitar que nos saquen el auto, para evitar morir de un modo tan clisé. Pero ¿de qué mierda me sirve si el taxista está más en pedo que yo, va a las chapas y frena con el freno de mano, y pasa cada uno de los semáforos en rojo?

jueves, 1 de julio de 2010

De la inspiración

Dentro de 24 horas entrego una monografía que ni empecé. Hasta hace 2 minutos ni sabía sobre qué trataría. Desesperación y ganas de hacer otra cosa. Una siesta de 11:30 hs a 13 hs ponele. Cualquiera. De repente, la ILUMINACION! Tengo una idea que da. Corro arriba, encuentro el librito de Foucault que me puede servir para citar. Lo abro, una receta del psiquiatra de papá. El universo tiene sentido del humor, no hay dudas. O, va, yo quizás.

El otro día, escuché un comentario de esos reductores y simplificadores de las teorías psicológicas que me pareció encarar el temita ese de la relación padre/hija de un modo asombrosamente nunca imaginado por mí. Nada brillante, sólo "tus relaciones de pareja imitarán de algún modo la que tenés con tu padre". Siempre relacioné ambas, pero nunca se me ocurrió pensarlas tan obviamente miméticas. Sin embargo, me acuerdo de F., y tal cual. A papá lo llevaba al psiquiatra, lo apoyaba en los devenires de su bipolaridad; a F., a la vez, lo alentaba e intentaba arrastrar fuera de toda esa apatía y depresión.

Hoy, peleadísima con pater, lo veo irse al psiquiatra con una de mis hermanas. Corté con F. hará año y medio porque me harté de fumarme la dinámica madre sustituta. ¿Habrá esperanzas de evadir la relación edípica?

e-s-p-e-r-a-n-z-a