jueves, 15 de julio de 2010

Girl interrupted III

Bocina. Mater y Pater vuelven de la primera reunión en la clínica. Tocan bocina, como cuando eramos una familia, como cuando era una nena. Me emociono, también, como cuando era chica, y me asomo a la ventana, con la ilusión inesperada de que ella también esté en el auto, que esté de vuelta. Pero no. 

La información es casi nula. Lo habitual son 15 días. Ella se aburre. La gente de su edad está más perturbada, y ella se aburre. Pater me pregunta qué le gusta leer, yo, su hermana mayor y fetichista de los libros como buena próxima licenciada en letras, solía cederle los libros que ella devoraba o olvidaba por ahí, pero que, sea como fuere, inevitablemente terminaban desordenados en cualquier lugar. Enana de mierrrrrrrrrda. Pero se los seguía prestando, porque ella es mi enana de mierda.

Pater me dijo que le separara libros para llevarle. Repasé mi biblioteca 5 veces perpleja. Todo me parece inapropiado. Mi gusto (y el canon) es hiperdepresivo: toda novela termina con una conclusión amarga, un suicidio, o un regusto a derrota. ¡El quijote!, pienso. Ideal, divertido, largo... pero, al fin y al cabo se trata de la locura. Hemingway... no, se suicidó, y sus cuentos de guerra dan ganas de hacerlo también.  Cuaderno del acostado menos. Borges la aburre, de Copi, Puig y Aira ya se leyó todo lo que tengo. Austen, Bronte y Shakespeare lo tengo en inglés, que no lee fluidamente. Post estructuralismo francés anulado. Poesía no lee. Arlt: Los siete locos, mismo problema que el Quijote. Igual con Las islas y Bajo el volcán y el diario de Virgina Woolf. Saer le parece muy denso, Kafka anuladísimo, como Onetti y Sartre. También quedan excluidos títulos como Matadero cinco, Elogio de la locura, y El misántropo

Idea: Ranqueles de Mansilla. Ok, es trágico el exterminio de la población indígena, pero no al punto de deprimirla porque no trata del infierno que acaece en la interioridad (y exterioridad) de una conciencia. Espero. Quizás Proust pueda gustarle. Creo que una vez intenté obligarla, pero es un gusto adquirido, y creo que con la cantidad de tiempo disponible que tendrá, sería el momento ideal. Pero Proust tiene algo del orden de la acedia. Mejor no.

Me siento un poco la Inquisición.

Listo: Persuasion de Jane Austen, Una excursión a los indios Ranqueles de Mansilla y Odisea de Homero.

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