lunes, 12 de julio de 2010

The space between

Tres son las cuadras de distancia entre el estar bien y el estar... perturbada. Las mismas tres que hoy caminé de más yendo a trabajar, que me pasé del colegio sin darme cuenta hasta 300 metros más tarde.

Hora y media calculale de viaje en bondi de acá, de casa, hasta donde está mi hermana menor, la enana de mierda, como la bauticé cuando apenas tenía tres años. ¿Qué estará pensando? ¿haciendo? ¿sintiendo?

No... estoy bien. Te juro. Y sin embargo algo así como, no sé, mucho desamparo.

Y salir de casa para entregar el parcial y cuadra y media después dudar: ¿me puse un tampón?

- Miss, estás cansada ¿no?
- Un poco...

Y la impotencia de no poder hablar de esto con nadie. De estar, como debe sentirse la enana, atrapada, atrapada por esta familia tan podrida, que descompone todo lo que toca.

Se me metió algo en el ojo nomás...

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