jueves, 27 de mayo de 2010

Ese culebrón asexuado que es mi vida

Hubo un tiempo en que fui más traumada, y tampoco podía hacerle llegar a ese otro J., que tanto me enamoraba, que me fascinaba. Después, un día, me cansé. Bueno, quizás sea meramente una forma de decir, porque siempre hay un proceso y un día que te cansás. Las dos cosas, claro. Meses de angustia + ese día que finalmente estuve lista para admitir(me) lo que me pasaba. Ok. Después duramos 15 días; después todo "se cagó para siempre". O quizás no. No sé, ese día entendí lo liberadora que es la palabra. Que mejor que me digan "paso", a la duda torturante y eterna. Perdí a mi mejor amigo, a quien me enamoró por primera vez. R.I.P.
Después, L. Transición. Torturas también. Mensajes de amor y de odio en el "comparte un mensaje personal" del messenger. Después, una confrontación, la decisión de no salir más con alcoholicos precocez (y, desde entonces, la alcoholica soy yo).
(...)
Vidas más tarde, vuelvo a utilizar la palabra "chapar" - porque "la nena aprendió a cerrar las gambas"-. Sí. O, ponele, aunque no quede canchero ni progre, la nena se dió cuenta de que para tener sexo mecánicamente prefiere a su vibrador (no había necesidad, de todos modos, de decírlselo así al pretendiente de turno, desubicada). Y me río del mensaje en el msn del ahora-sé-que-no-tan-amigo mío: "Ya fue. Lo que no se resuelve, se repite." Y sin embargo, me inquieta. Me inquieta, porque sé que si llegué a contar, con este nuevo F. que me chapé hace apenas días, 4 masculinos que ostentan el mismo nombre que mi último ex, bueno... que algo de refill hay. Sin contar que este sujeto homónimo, por algún comentario oído muy al pasar, es amigo de F., el primero. Y yo que pensé que con el cuarto de siglo ya no sería un drama "chapar" con alguien; y yo que juraba que un nick del msn ya no servía para que sujetos letrados de 27 pirulos expresen su despecho. Pero no.

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