domingo, 31 de enero de 2010

dejá. no me llames. cuando deje de tener ganas de cagarte a tiros, te llamo yo.

mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida, mañana cambio mi vida la concha de tu madre, se me calentó el iced tea, y se me olvidaba lo liberador que puede ser la honestidad brutal a la calamaro: mandá a la re mierda a tu mejor amigo que, sinceramente, se está comportando como un forro. Y ok., quizás estoy tan soltera que no tengo a quién carajo reprocharle nada y, pobre, le tocó a él. I love those little boyfriend substitutes: whisky+vibrator, cocinar y/o plantar plantas, clonazepam, y esas dosis heavy metal de series y películas que, de no tener tanto tiempo al pedo, jamás mirarías. Y si te dije que ni me lo nombres: NI ME LO NOMBRES.

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