viernes, 12 de marzo de 2010

Believe it or not!

El problema es que tengo la habilidad de atender el teléfono absolutamente dormida, balbucear respuestas coherentes (aunque con cierta voz de ultratumba), quedar en algo muy concreto con alguien, y después, ya despierta, no tener el más mínimo registro de ello. El otro problema es que mis interlocutores durante mis estados r.e.m. no suelen creer que yo de hecho estaba dormida, y no tengo idea de qué me están hablando ni de por qué me detestan.

No hay comentarios: