miércoles, 1 de septiembre de 2010

Heavy Mental

Es que creo que me cuesta desprenderme de las cosas, pienso mientras en la ducha me paso por el cuerpo los restos de cuatro jabones pegados entre sí.

Salgo de la psicóloga contenta. No sé por qué. Quizás sí, quizás porque pensé que iba a llorar desconsoladamente y no, y me reí mucho.

La desidia: la traba del baño se rompió y nadie parece preocupado por llamar a un cerrajero. Una vez por día alguien queda atrapado ahí como un pseudo minero pero sin interés televisivo.

Buscar trabajo es un trabajo. Si tuviera un salario por hacerlo, me estaría yendo bastante bien.

Puan bastante abandonada salvo los ratos en los que soy poseída por un ratón de biblioteca.

Para terminar este parte médico: les enfants terribles bien, sorpresivamente bien. En la transición a la última parte del año en la que cualquier ser de 5to año pretende no hacer nada, se los nota más calmos, menos revoleo de piñas y más "hagamos que trabajamos pero mientras charlamos". El placer de la conversación y los temas prohibidos va reemplazando al del culo inquieto y la violencia física. Oh, la madurez!

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