lunes, 28 de marzo de 2011

Sin optimismo no vas a llegar a ningún lado

Los 26 años me partieron, me parten la cabeza. Y la vida es, desde por lo menos diez años atrás, un eterno mientras tanto. Será que, quizás, no me gusta tanto vivir, y me la paso evadiéndome con fantasiosos porvenires que se han vuelto cada vez más agrios. La felicidad me dura una semana. Porque mientras todo pasa, lo único que queda es el mediocre hábito de olvidarme que soy yo.

No hay comentarios: