domingo, 10 de julio de 2011

Machine gun

Es una vida difícil. En estos últimos meses, mi madre "intentó" suicidarse, mi hermana luego lo repitió de veras. Después de una pseudo resurrección avefénica, la internaron. Le dijeron que era Borderline. Me mudé. Primero a lo de una hermana, que luego me echó. Después sola. Conseguí trabajo en un colegio más. Al mes renuncié a ése - en donde recibí aplausos de despedida de los pequeños engendros eestudiantiles- y al que ya tenía, porque conseguí un laburo full time de correctora en un lugar muy estimulante. Me enamoré hace un fin de semana, al instante nos abrazamos con la confianza de quien se conoce de toda la vida. Pero... él vive en Córdoba.

Me despierto a las tres de la tarde. Extraño a mucha gente. La vida sola es rara. Mucho monólogo interior. Igual, casi no estoy en casa. Desde el lunes, que empecé el nuevo laburo. Acá, tengo solamente una cama. Extraño sentarme a una mesa. No hay cortinas, ni heladera, ni siquiera una silla. Pero sí algo de paz mental.

Siento una suerte de aceptación en relación conmigo misma. Conocer a los forros de ayer, ponele, y estar tan zen. Ir a trabajar simpática pero sabiendo que no le voy a agradar a todos, y aceptarlo, bien. 

Ser buena compañía para mí misma.

3 comentarios:

Pao. dijo...

No sabes lo reconfortante que me resulta tu entrada (me imagino que para ti más). Eso del estado zen, la paz mental. Son mantras que he tratado de repetir en mi cabeza a ver si me la creo. No lo sé, pero espero que estos días sigan así. Un abrazo fuerte, de una blogger a otra :)

Fran dijo...

Las cortinas son lo de menos, no hay nada que tapar :)

Bloody Mary dijo...

Otro abrazo Pao!

Y otro para vos, Fran, que cuando desaparezco alguna cosilla comentás!