jueves, 12 de agosto de 2010

Gramática de las distancias


La vida por un chocolatito y un café.

Mi vida: = 50% lectura de La comunidad, la muerte, Occidente y un capítulo de Mil Mesetas; 50% de evadirme con la Canosa y youtubear compulsivamente a Sarah Silverman.

Opciones: ser explotada traduciendo chatarra del tipo Cómo hacerse millonario en 7 pasos, conseguir cualquier laburo que no me aporte nada al cv, o seguir en la inmovilidad deprimente. Todas opciones considerables de a rotativos  intervalos de tiempo.

Ayer: the beginning of the end. Primer día de cursada del útimo cuatrimestre de la carrera. The edge que aterra y tienta, el abismo de lo indeterminado que me hace tener ganas de ver Reality Bites - descargándose right now- de nuevo, después de añares, hipotetizando identificaciones imaginarias varias, que darán cuenta del paso del tiempo al seducirme mucho más el eje centrado en torno a la crisis post-graduation y de "bienvenida al lado de los que despreciás", versus el eje más conocido como Ethan Hawke y/o la historia de amor. Lo feo es que, por lo que recuerdo, la parte que ahora me interpela no tiene, como la otra, happy ending.

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