Resaca post-vida y una amiga que por skype te salva la existencia, gracias totales de por medio y llanto PMS.
Ya no me estreso y eso es malo. ¿Me recibiré? ¿Cuándo?
Ya no me regalo y eso también es malo. ¿Cogeré? ¿Cuándo?
Ya no hago dieta y eso es malo. Pero prefiero ser feliz y rellenita a infeliz.
La única relación estable que mantengo felizmente es la que tengo con las películas de Woody Allen. Evado el sopor intenso con Manhattan, que me transporta, instantaneamente a lo más parecido a la felicidad que conozco. Eso, y caminar esas 10 cuadras de vuelta de la cena cumpleañeril, a medianoche, con este calor intenso, y ese vértigo del verano silencioso que parece prometer algo...
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